martes, 11 de diciembre de 2012

Error

Puede costarle a uno la vida, la muerte,
perseguirnos hasta la infinidad del univero.

Nadie puede librarse de un error.

Te destrozará el alma entera
y dolerá hasta los huesos,
carcomerá tu mente y tus entrañas
lenta y drásticamente.

Es él plenamente.
Perfecto.

No existe márgen de error,
error pequeño...
sino error por excelencia .

Por momentos es placentero,
disfrutable, sabrozo como la miel.
 Pero al final solo hay sufrimiento,
culpa, vacío.
Lo sabías desde el principio.

Mucho no importaban las consecuencias
pero te transpasaron la piel
y el corazón
dulce, dulce error,
te seguiremos cometiendo
pese al dolor sin fin,
la  soledad,
el terror.

Libérame, libérame, libérame.

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